19 agosto 2005

El Toro que me Amó

En un pequeño pueblo de cuyo nombre no quiero acordarme, ocurrió un desafortunado accidente.

Un valiente joven que no temía a la muerte se adentro en sus calles en busca de aventuras. Aventuras que le pudieron costar la vida o hacérsela muy difícil a causa de horribles mutilaciones.

Gracias a la suerte o a Dios sabe que, este joven aventurero en busca de emociones fuertes, consiguió salvar la vida a cambio de magulladuras, múltiples contusiones y quemaduras en diversas partes del cuerpo, además de una gran herida en su orgullo.

La causa de este estropicio no es más que el toro que sueltan, por las calles, en las fiestas del “no citado pueblo”. Sin mas seguridad que la que puede aportar una larga y ancha cuerda que sujeta al animalito, (de al menos 600 Kg.), por los cuernos y que sujetan al otro extremo algunos valientes.
Los más viejos del lugar siempre advierten que el toro es peligroso, pero que no hay que perder de vista la cuerda que lo sujeta, ni mucho menos a la gente que corre delante de él. Por que son, en mayor o menor medida, agentes peligrosos que no hay que olvidar.
El joven protagonista de esta historia no pudo evitar el tropezar con el gentío, al huir despavorido por las estrechas calles del pueblo.
Al ver muy próximo al animal cuerniatado fue presa del pánico y el nerviosismo de una persona que teme por su vida.
La muchedumbre huía despavorida por el estrecho callejón. Dándose empujones, tropezando unos con otros y sin dejar de mirar atrás para no perder de vista, en ningún momento, al astado animal.
Solo aquellos que han estado en esa situación saben lo que es sentir las vibraciones del suelo al trote de uno de estos magníficos animales.

Cualquiera se puede imaginar lo que una mole de mas de 600Kg. de peso de puro músculo puede hacerle a una persona al embestir contra ella...

Bueno, para los que estén un poco preocupados por lo que le pudiera haber pasado al protagonista de esta historia, tranquilícense porque esta vivo para contarlo.

Eso si, estará en su casa durante un tiempo lamiéndose las heridas…

También he de añadir para el que no lo sepa que esta probado que si sufrimos un ataque nuclear los únicos supervivientes serian las Cucarachas y Jaime, jeje.
Saludos y que te repongas pronto pollito.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Chaval, ni los toros podrán conmigo!!!! xDDD

Unknown dijo...

Muchacho, no te emociones, que las heridas que tienes te las has hecho, escapando del toro, tu solo contra el suelo y la gente..., jajajajajajaja.

Anónimo dijo...

Po zi, gracias a Dios q no me las hizo el toro "personalmente", sino quizás no estaría escribiendo aqui.